Miré en todas direcciones buscando a alguien que pudiera atenderme y no fuese que esta vez me llevaran arrestado por allanamiento en lugar privado, pero al parecer éramos solo dos en el piso en y esta jodida oficina… Cuando estaba por comenzar a caminar hacia la que sabía era mi destino, la puerta se abrió y apareció el Freddy Krueger personal que estaba asechando mis pesadillas…
- Vaya.- fue lo primero que dijo.- ¿Qué trae al prospecto de hombre hasta aquí?
- Saber si eres idiota de nacimiento o solo te golpeaste la cabeza hace unos días.- solté arrepintiéndome en el acto
- Sea a lo que sea que has venido, creo mi querido amigo que no es la forma para empezar. Estás en mi territorio
- Ok, lo siento.- mascullé rápido.- Vengo a pedirte que reintegres a Bella a su trabajo
- No.- expresó sencillamente
- ¿Por qué carajos la despediste? ¿Por qué está embarazada de mí? ¿Por qué fui yo y no tú?
- No acostumbro a perder.- sonrió tan cínico que quise partirle sus blancos y grandes dientes ¡Bastante grandes en realidad!
- ¿Qué…qué pasará con la entrevista y todo lo que le prometiste?.- guardé mis manos en mis bolsillos porque sentía que en cualquier momento las usaría y no era bueno
- Bella terminó su carrera cuando su moral y ética cayeron tan bajo como para acostarse con un puberto.- ensanchó más su boca