A pesar de mi incomodidad, me recliné contra el respaldo de mi silla y juguetee con el cubierto sobre la mesa. Miré con disimulo mi costado derecho, al parecer Emmett se lo estaba pasando bien con la rubia llamada Rose, porque lo veía conversar animadamente. La chica estaba claro que intentaba llamar su atención de todas las formas posibles, y aunque no sabía si solo fingía, parecía que le estaba dando resultados. Giré levemente mi cabeza hacia el otro lado y ese tirón de incomodidad volvió a hacerse presente en mi estómago. La que “supuestamente” era mi pareja, estaba más entretenida observando a todos lados, excepto mi persona.
Suspiré con fuerza. No habíamos compartido ni siquiera un par de palabras y en menos de 1 hora ya la había aburrido con mi patética y escasa experiencia de la vida. Carraspee para hacerme notar, y aunque me hubiese ruborizado al hacerlo, no tuve la más mínima respuesta de su parte. Fue mi momento para dejar de hacer el ridículo. Ella no estaba interesada en mí y tampoco lo estaría. No sabía en qué momento había querido creer lo contrario y había aceptado esto. Seguía y seguiría siendo un perdedor.
- Me voy.- señalé a nadie en particular y me levanté de la mesa mirando solo hacia el piso
- ¡Ug! Genial idea. Yo también.- se apreciaba el alivio de Bella
- Entonces es hora de retirarnos.- Em hizo un amago de levantarse, pero Rose se adelantó
- ¡No!.- sonrió en forma fingida y miró a Bella amenazante.- Bella puede llevar a Edward ¿Verdad amiga?
- Por supuesto.- gruñó ella y ni siquiera alcancé a ver su expresión cuando salió pitando del lugar
Hice señas de despedida a Em y corrí para darle alcance. El dinero que llevaba no era mucho, pero estaba seguro que era mejor caminar unas cuadras luego de ver hasta dónde podía llegar con ello, que pedirle a Bella el favor de llevarme…